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Just let me adore you.

Jimin se encontraba trabajando en su consultorio cuando Jeongyeon tocó a su puerta.

Ya había pasado un mes desde que había recibido la noticia de su embarazo, sin embargo, Jimin se negaba a dejar su trabajo y el hospital, decía que su deber era salvar vidas y mientras el bebé no le molestara, no había razón para quedarse en casa.

Seguía cumpliendo con su horario, claro que ya no con horarios de hasta dieciocho horas seguidas, sino de seis a ocho horas.

Este era su cuarto mes, y ya los cambios en su cuerpo se podían hacer notar, su vientre se veía bastante abultado y su rostro se veía más rellenito, producto del peso que ganó. Curiosamente sus pezones también se veían prominentes, y había dolor en ellos.

Y aunque Jungkook le había dicho miles de veces que así como estaba se veía perfecto e incluso sexy, Jimin estaba convencido que se veía horrible, comenzaba a verse sin cintura y ovalado, cosa que lo llevó a cambiar las tallas de sus batas, usando tres tallas más grandes y así ocultar su vientre.

Podría ocultar su embarazo ante la vista, pero no su olor, su dulce olor era de omega en cinta.

—Buenos días, Gyeon —saludó una vez que miró a la omega acercarse por el marco de la puerta.

Esta se había reintegrado nuevamente al hospital una vez que el periodo de lactancia de su bebé había terminado, y estuvo más que feliz de volver al hospital cuando sabía que Jimin también estaría ahí.

Hace una semana se había reunido con Chanyeol para pedirle una muestra de sangre, aunque este era completamente ajeno a lo que estaba sucediendo. Jeongyeon le había convencido que no se trataba de nada malo, sino que al contrario, cuando tuviera los resultados le diría toda la verdad. Cabe destacar que también le había pedido una muestra de sangre a Jungkook, a la cual este no se negó.

—Minnie que dicha que te encuentro. ¿Cómo te sientes? —sonrió, adentrándose a su consultario.

—Creo que mejor... Aún tengo mareos y náuseas pero son menos frecuentes. Puedo trabajar así —se convenció, mostrando una sonrisa.

—Debes incapacitarte el séptimo mes como máximo, no puedes trabajar en ese estado y lo sabes. Además vas estar más metido en consultas médicas que haciendo tu trabajo —suelta una risita, mientras deja a la vista unos suspiros de merengue en el escritorio de Jimin. Sabía cuando le encantaba—. Para tus antojos —menciona.

El omega la ve con un extraño brillo en los ojos y se emociona al ver sus dulces favoritos en su escritorio. Hasta podía sentir como su boca se hacía agua con tan solo verlos.

—¡Mis favoritos! ¡Gracias, Gyeon! ¿Cómo supiste que tenía antojos de suspiros?

—Intuición —ambos ríen.

Jimin no desaprovechó el momento y abrió la bolsita con desesperación, tomando uno entre sus manos y llevándoselo a la boca con deseo, suspirando por el sabor explosivo que hubo en su boca por segundos.

Jeongyeon retoma la palabra, y desvía su mirada, notándose inquieta.

—Jimin, hay algo que debo decirte... Ya tengo los resultados de Chanyeol en mis manos. Estuve estudiándolos y... Creo lo mejor es que ambos vengan a mi consultorio lo más pronto posible —comenta seriamente.

El azabache dejó los suspiros de lado mientras terminaba de masticar uno, y la miró expectante, como esperando que continuara con la noticia.

—Es mejor que los dos estén presentes. Chanyeol aún no sabe lo de tu embarazo y si se llega a enterar antes de saber los resultados, será bastante... extraño. Creo que es mejor que lo sepa con resultados médicos antes de cualquier pensamiento ridículo. ¿Te importaría pasarte por mi consultorio? Te juro que es algo rápido, también lo he llamado.

El doctor mordió su labio inferior con culpabilidad y jugó con sus manos. En cierta parte, se sentía mal por todo lo que había ocurrido. Si bien era cierto que ese embarazo lo había hecho el omega más feliz del mundo, por otro lado pensaba en Chanyeol.

¿Cómo reaccionaría cuando se enterara de su estado? ¿Se pondría celoso, triste, extraño?

Chan siempre le había mencionado que no habría ningún problema si buscaba otro alfa y decidía unirse a él, tratando de formar una familia. Sin embargo, había destacar que se habían separado por la falta de un cachorro, y el tan solo pensar que en realidad el problema estaba en Chanyeol... Jimin se sintió el doble de miserable.

Todo el tiempo de su relación se había dedicado a maldecir su destino por hacerlo un omega defectuoso, por no tener la capacidad de concebir. Siempre se reprochó su estado, sintiéndose mal incluso por las palabras de su padre y darle la razón.

¿Para qué había nacido omega si no podía cumplir con su función? Es por eso que... Jimin deseaba haber nacido como alfa, quizá su padre sí lo hubiera aceptado.

—¿Cómo... cómo crees que reaccione? —pregunta ansioso.

Ella nota su preocupación y le da una suave mirada marcada en su rostro, presintiendo de que iba su ansiedad.

—Él reaccionará bien, Jim. Sabes que Chanyeol fue primero tu mejor amigo, y desde que se divorció de ti ha puesto tu felicidad por delante al insetivarte a salir con otros alfas. Si él hubiera sido un alfa posesivo, desde el inicio te hubiera tratado mal por tu "condición", y después del divorcio te habría dejado amarrado a él, en el sentido de no permitir que salieras con otros alfas. Es sencillo, Chan te aprecia, y aunque la noticia pueda que sea chocante, se alegrará por ti.

Jimin lo meditó mejor, y tenía razón. Su ex siempre lo impulsaba a relacionarse con alfas. Incluso sabía lo de Minhyun, y no le molestaba.

Y hablando de Minhyun... Jimin no había tenido la oportunidad de decirle. Este había salido por un viaje del hospital a una zona remota, y aún no volvía.

—Bueno... Veremos que pasa. Vamos.

Ambos salieron directo al consultorio de Jeongyeon donde se suponía que Chanyeol ya los esperaba. Y no lo iba a negar, Jimin pidió mentalmente su apoyo, y que todo saliera bien.

✧✦✧

La puerta fue abierta y la primera en entrar fue Jeongyeon, acompañada de Jimin.

—¡Minnie! Hace tanto que no te veo, ¿cómo has estado? —Chanyeol se levantó de su asiento y lo saludó cálidamente.

Jimin le aceptó el abrazo, pero no dejó que se acercara mucho a su vientre para que notara la rigidez, no quería darle la noticia todavía, no sin tener los resultados en mano.

Aunque fue completamente inútil, puesto que Chanyeol se quedó quieto y lo olfateó cuidadosamente, dándose cuenta del extraño olor. No era repugnante, ni de un celo cercano, sino era... Dulce, suave.

Ese olor sólo era conocido en un estado.

—Jimin... Hueles diferente —lo mira fijamente, y desde ya este no sabe ni dónde esconderse. Claramente se daría cuenta, que idiota.

—Ustedes dos, ¿podrían tomar asiento? Es importante lo que tengo que dar a conocer.

Ambos asintieron, y aunque no había quedado completamente convencido, Chan tomó asiento junto a Jimin, esperando por la explicación de Jeongyeon.

Eso había sido como un alivio para el omega, no quería tener que explicar algo sin fundamentos, y aunque los tendría más adelante, era sumamente incómodo enfrentarse a su mirada extrañada y profunda.

—Antes de empezar, me gustaría saber si tienes una pregunta, Chan —cuestiona la omega, colocando sus manos entrelazadas encima de la mesa.

—No... Creo que ya sé por dónde va esta reunión ahora que veo a Jimin aquí, y recordar que me hiciste una prueba de sangre.

Por supuesto que no era tonto. Esa prueba lo había tomado por sorpresa, pero ahora que estaba junto al mayor en un estado dudoso, empezaba a unir los cables en su mente.

—Exacto... Hace unos años atrás le hicimos una prueba a Jimin debido a su incapacidad de concebir, ustedes conocen los resultados. Pero más allá de ello, nos dimos cuenta que sus genes son de omega dominante, estos genes siempre traen problemas a la hora de concebir porque no con cualquier alfa siempre se enlazan, ni siquiera en el celo es posible. Sin embargo... muchos omegas pueden quedar en cinta porque la mayoría de alfas son de genes dominantes, y entre genes dominantes se puede concebir.

Esta información era sabida por ambos, no era de que extrañarse. Solo que... Aún había algo detrás de todo esto.

—Nosotros... creímos que la esterilidad de Jimin se debía a sus genes, estos simplemente no podían engancharse de algún modo a los tuyos —continúa, mirando a Chanyeol. La omega saca una carpeta de su escritorio y se la entrega—. Luego de un estudio, y revisar la información del pasado, más la prueba de sangre... me di cuenta que eres de gen recesivo. Este tipo de gen nunca se va a enlazar con uno de un omega dominante como Jimin...

Chanyeol toma los resultados en sus manos y les echa un vistazo.

Era muy poca la población alfa con gen recesivo, y casi siempre se trataba del gen del omega, por eso la prueba había determinado que Jimin era el del problema.

—Entonces eso significa que... ¿Yo soy el estéril? —pregunta susurrando, sintiéndose mal.

Jeongyeon se sintió mal, pero trató de ser sincera.

—Sí. Bueno no... Es complicado. Tus genes son de alfa recesivo, y estos nunca van a tener compatibilidad con genes dominantes. Sin embargo, tus genes son compatibles con omegas recesivos... Aún tienes una oportunidad.

—¿Entonces la conclusión es...?

—Ninguno de ustedes era el estéril, solo estaban con la persona equivocada —da una pequeña sonrisa para aliviar el ambiente, alegrándose al ver un destello de esperanza en la mirada del alfa.

—¿Entonces todavía tengo la oportunidad de tener un cachorro? —pregunta con esperanza.

Jeongyeon asiente.

—Le hice un estudio conscientizado al alfa de Jimin y pude encontrar que sus genes son de alfa dominante. Es por eso que... Bueno, en el primer celo Jim... —divagó, no sintiéndose segura si era correcto decirle por su parte.

Esperó la iniciativa de Jimin, y este solo soltó un suspiro, antes de poder explicarlo, Chanyeol se adelantó.

—Minnie... ¿Estás embarazado, verdad? —se atreve a romper ese silencio, adivinando lo que trataban de decirle.

El azabache mordió su labio inferior, y asintió.

—Yo... tengo cuatro meses, y tenía miedo de tu reacción porque nuestra separación se debió al problema que supuestamente tenía —baja la mirada.

—¿Tenías miedo de mi reacción? —suelta una risa—. Minnie, sabes que siempre estaré aquí para ti. En realidad me dolía más la idea de saber que yo era el estéril, pero... creo que me quedo satisfecho al saber que al menos tengo una posibilidad de tener un cachorro. Por el contrario, me alegro mucho por ti, Jim, encontraste a tu alfa, estás esperando un cachorro... ¡Vas a tener una familia! —sonríe, abrazándolo—. Sabes que desde nuestra separación te deseé lo mejor, y me preocupé mucho. Lo nuestro no funcionó, pero eso no significa que te desprecie o algo.

Jimin correspondió el abrazo y por sus cambios hormonales empezó a llorar sobre su hombro, sintiéndose sensible por sus palabras.

—Aiya... ¿Tan rápido con los cambios? —se burló.

El omega golpeó su hombro molesto, pero luego sonrió en medio del llanto.

Dios... Estar de esa manera era tan extraña. Quería reír, llorar y golpearlo al mismo tiempo porque tenía razón.

—Es por el bebé —sonríe, limpiándose las lágrimas.

—Muchas felicitaciones, Minnie, de verdad me alegro que estés formando tu familia —pone una mano en la contraria, dándole apoyo—. ¿Cuándo tienes la primera ecografía?

—Hoy. Jackson me dijo que hay que tener constantes chequeos médicos para asegurarse que todo está yendo bien con el cachorro —por instinto llevó una mano a su vientre, acariciándolo por encima de la bata.

—En eso estoy de acuerdo... Solo que... ¿Por qué usas tallas tres veces más grande? —ríe—. Aún no estás en el último mes.

Jimin resopló y se cruzó de brazos.

—No me gusta. Estoy gordo.

—Te ves adorable. Apuesto a que a tu alfa no le importa —sonríe.

—En fin, lamento la interrupción chicos, pero creo que es mejor que vayas pasando por el consultario de Jackson, Jimin. Minhyun no tarda en llegar y... ya sabes —Jeongyeon le guiñó un ojo.

—Oh... ¡Es cierto! Minhyun no sabe nada, ¿no?

Jimin negó, y Chanyeol soltó una carcajada.

—Pobrecito, será bajado de esa nube rápido —continúa riendo.

✧✦✧

Cuando Jimin salió del consultorio de su amiga, acompañado de Chanyeol, se encontró a lo lejos con la presencia de Jungkook, jugando con su teléfono. Aún tenía su uniforme policial, ya que por supuesto había pedido permiso para salir más temprano. Le había dicho desde la mañana que él quería estar presente cuando le hicieran el ultrasonido. Algo que le pareció muy adorable, y lindo, por lo que no se negó.

—Ah, doctor Park. El joven Jeon lo estaba buscando, lo dejé en la sala de esperas —su enfermera Lia se acercó a él, dándole el aviso.

—Gracias, Lia —da un asentimiento y ella se marcha—. Bien, creo que mi alfa me espera, luego les comento como me va en la ecografía —se despide de Jeongyeon y Chanyeol.

Jungkook no se había percatado de su presencia hasta que olfateó en el aire las feromonas tan dulces de su omega. Inmediatamente su lobo se levantó entusiasmado y agitando la cola por la presencia de su cachorro y pareja a la misma vez.

Desde la noticia del embarazo, el castaño se había vuelto más sobreprotector con su omega y lo tenía muy mimado. Le compraba lo que quisiera, cualquier antojo, cualquier prenda de ropa que le gustara, cualquier capricho. Y no solo esto, sino que además, Jeon se había vuelto más pegado a él, lo besaba desprevenido, lo abrazaba, e incluso le hablaba a su pequeño bebé por las noches.

Era una dulzura de hombre.

—¡Jimin-ssi! —sonrió al verlo, levantándose de inmediato para darle un pequeño beso en los labios, y abrazándolo—. Te extrañé...

—Kook, solo hemos pasado separados cuatro horas.

—Para mí fue una eternidad. No podía deleitarme con el dulce aroma de mi omega —da un tierna expresión que hace a Jimin derretirse. Luego baja la mirada a su vientre, y Park sonríe, colocando una de sus manos encima de él—. A ti también te extrañé pequeño rabanito.

Pequeño rabanito.

Ese había sido el apodo cariñoso que le habían puesto al cachorro, ya que no sabían todavía si sería niño o niña. Fuese como fuese, había sido un lindo apodo que ambos habían escogido para dirigirse a su bebé mientras no nacía.

—Hoy veremos a rabanito por primera vez así que acompáñame al consultorio de Jackson —sonríe, besando su frente.

Jungkook asintió feliz, y se levantó, siguiéndolo hasta el piso de maternidad.

Jackson era el doctor encargado de este piso, puesto que él era quien hacía las ecografías y seguía el proceso de embarazo de los omegas.

Una vez que entraron al piso, y las puertas del ascensor se abrieron, lo primero que se encontró Jimin fue a Minhyun en la recepción de aquel piso.

"¡Dios! ¿Por qué justamente ahora?" pensó.

Incluso estuvo por devolverse al ascensor y empujar a Jungkook adentro para bajar nuevamente de piso, pero fue demasiado tarde. Minhyun lo divisó desde lejos, y lo saludó con una mano, mientras Jeon se ponía a su lado, y posesivamente colocaba una mano en la cintura de Jimin atrayéndolo hacia él.

—Jungkook... —murmuró entre dientes.

—Jungkook nada. Otra vez es ese alfa idiota que anda detrás de ti. No dejaré que se acerque a ti —gruñó.

Bueno, Jimin debía en cierta parte entenderlo. En esta etapa el alfa se comportaba muy territorial y posesivo, su instinto animal los ponía en alerta de todo lo que se acercara a su omega y cachorro.

—Shh, estaré bien, Kook. Además recuerda que estoy contigo —murmura.

Minhyun ya se estaba aproximando hacia ellos y era mejor tener a Jeon tranquilo. Jimin no dudaba de su estabilidad, pero tenía que tener en mente que su lobo interior también manejaba sus emociones.

—Minnie, hola... Tanto tiempo —y sin importar las miradas asesinas de Jungkook, Minhyun tomó una mano de Jimin y la llevó a sus labios, depositando un corto beso de cortesía.

"En definitiva quieres morir, Minhyun..." pensó el omega, dándose una palmada mentalmente.

—Ah... Sí... ¿Has pasado un tiempo de viaje, no es cierto? —pregunta, aunque sólo era para relajar el ambiente en lugar de curiosidad.

—Así es, el viaje estuvo cansado pero llegué hoy —comenta—. ¿Y tú cómo has estado...? Te noto... diferente.

Esta vez Jeon vio la oportunidad y simplemente la tomó. No iba a permitir que aquel prepotente alfa lo dejara de lado. Ah no, él le demostraría quien era.

—Así es, porque él está llevando un cachorro mío en su vientre, mío, de su alfa, o sea yo —Jungkook avanza un paso, acercando más a Jimin a su cuerpo y retándolo con la mirada.

El omega se dio una palmada en la frente sin poder evitarlo. Por otro lado Minhyun no pudo evitar la sorpresa en su rostro. Sintiéndose desconcertado.

"¿No podías decirlo mejor?"

—¿A sí? ¿De verdad eres su alfa? —pregunta Minhyun con un deje de ironía y burla, algo que lo cabreó—. Porque aún no le veo una marca o algo, ¿estás esperando a que llegue otro alfa? Vaya chico te fuiste a encontrar, Jimin.

—Minhyun, por favor...

—Está bien, está bien. Solo estoy algo sorprendido es todo. Pero no deja de ser cierto, eres un alfa demasiado joven que no creo que sepa cuidar a su omega en cinta. Ni siquiera tiene un jodido lazo. ¿Sabes que aquí es donde el omega más lo necesita, no? ¿Sabes que sin un lazo se pueden sentir abandonados y el cachorro sin la sombra de su padre? ¿Eso es ser alfa para ti? —le pregunta al menor—. Pero claro, como lo vas a saber si a penas eres un niño jugando a ser alfa.

Y Jungkook por primera vez... no supo que decir. Más por la impresión que por su comentario.

—Minhyun, no lo presiones de esa manera. Él está tratando de hacer lo mejor —advirtió Jimin con una mirada severa.

El lazo... podía considerarse importante durante el embarazo. Ya que así ayudaba al omega a no sentirse abandonado cuando su alfa no estaba cerca, y el cachorro en el vientre podría sentir una sombra paternal. Minhyun no había dicho ninguna mentira.

Y Jungkook se sintió estúpido porque realmente desconocía esta información.

—No importa ya... Nos veremos más tarde, Minnie. Felicidades por tu embarazo —sonríe ligeramente y se despide besando su mejilla, algo que deja al castaño hirviendo en celos.

—Lo voy a matar... Vamos —lo jala de su brazo, y Jimin se escandaliza, deteniéndolo.

—¡Jungkook, espera! ¿Qué planeas hacer?

—A demostrarle que eres mío, que te puedo marcar aquí y ahora.

Aunque eso sonó autoritario y jodidamente caliente en otro contexto, no podía permitirle que hiciera tal cosa.

—Amor, sé que te sientes intimidado por lo que te dijo, pero no tienes que porque seguirle la corriente. Minhyun no demuestra sus emociones en público, y por eso actúa como normalmente lo haría aún sabiendo que estoy contigo. No es que no le importe.

—Pero...

—Y por lo del lazo no tienes que preocuparte, hay demasiado tiempo todavía... Yo estaré bien, de verdad. Es algo que desconocías y no tienes que preocuparte por eso.

Jeon bajó la mirada culpable.

—Si no lo sé, ¿cómo se supone que podré mantener a mi omega a salvo? Si no sé algo tan básico como la relación a través del lazo, ¿cómo puedo pretender que mi cachorro estará a salvo? —murmura—. Él tiene razón, soy un pésimo alfa.

El corazón de Jimin se apachurró y atrajo a Jungkook contra su pecho, abrazándolo.

—Lo estás haciendo genial, pequeño bebé alfa. Cuidas de tu omega a tu manera, así que no lo sobrepienses tanto —deja un beso en su frente y este sonríe—. ¿Ahora podemos entrar a conocer a nuestro rabanito?

Jungkook asintió, dejando salir una sonrisa.

✧✦✧

—¿Tú eres el alfa de Jimin, verdad? —pregunta Jackson cuando los ve llegar.

—Así es...

Jackson sonríe y le señala una silla cerca de la máquina que tenían para hacer la ecografía.

—Puedes sentarte ahí. Jimin, tú puedes recostarte en la camilla y quitarte la bata y la camisa.

—Wow, wow, wow, alto. ¿Cómo que se tiene que desvestir? ¿Cómo por qué o qué? —gruñe Jungkook.

Jimin suelta una carcajada, y Jackson tuvo que tragarse esa risa que deseaba soltar desde su garganta. Esto era completamente normal en los alfas que acompañaban a sus omegas a estas citas. Muchos se quedaban desconcertados cuando les pedía que se quitaran la camisa.

—Es solo para colocar el gel, cariño —menciona el omega, riendo—. Luego Jackson se encargará de realizar el ultrasonido con ese aparato que ves ahí —señaló—. Sino nunca podremos ver a rabanito.

—Bien... Pero no es como que me guste mucho la idea de que te toque y tengas que quitarte la camisa —se cruza de brazos, molesto.

Jackson sonríe.

—Tus celos son ridículos —Park frunce el ceño.

—Tranquilo, Jimin. Es completamente normal. Estás en embarazo, y él está presenciando como otro alfa está tocando a su omega. El instinto de protección es normal. Ya he lidiado con casos similares —ríe.

El mayor soltó un largo suspiro, y asintió mientras quitaba su bata y alzaba su camisa hasta su pecho, no había necesidad de quitársela. No cuando tenía el rostro asesino de Jungkook clavándole puñales a Jackson por la espalda con su mirada, ni el gruñido que soltó cuando le empezó a colocar el gel frío por todo el vientre.

—Kook, por favor deja a Jackson hacer su trabajo —regañó.

—Muy bien, esta es la parte emocionante. Pero no es la misma emoción cuando hay otro doctor en la sala y sabe leer las ecografías —ríe, refiriéndose a Jimin—. Yo la veré primero —menciona, deslizando la pantalla fuera de la vista del omega, y dejándola solo a vista suya, y la de Jungkook.

—¡Hey! Eso no es junto, también quiero ver las primeras imágenes de mi bebé —reprocha con un puchero.

Jackson finalmente encendió la máquina y el monitor que le permitía continuar con la ecografía. Entonces, coloca el transductor en el vientre de Jimin para comenzar con las primeras imágenes del ultrasonido.

Sin embargo...

—¿Por qué pones esa cara? —pregunta el azabache preocupado al notar el rostro medio sorprendido de Jackson—. ¿Jungkook, qué está pasando?

Sin embargo, el castaño estaba inmerso en las imágenes que tenía frente a él. Sería demasiado estúpido si no las entendía. Era más que obvio lo que veía.

Intercambió miradas con Jackson y aquí fue donde el pánico se apoderó de Jimin.

—¿Q-Qué pasa con mi bebé? ¿Qué tiene? ¡¿Qué está pasando?! —pregunta, asustado.

Miles de escenarios se le cruzaron por la mente, donde podía nacer con una malformación, o incluso que sus órganos estuvieran fuera.

—Amor, tranquilo, no es nada malo —Jeon se acerca, tomándolo de la mano, y besando su frente.

—Entonces... ¡¿Entonces por qué tienes los ojos llorosos?! —reclama, mirando la vista de Jungkook, pero este en lugar de estar asustado, estaba emocionado.

—No es nada de lo que estás pensando, Jim...

Jackson finalmente desliza el monitor a su vista, y le pone enfrente aquellas dos imágenes que le cambiarían por completo la vida.

—Porque en lugar de un cachorro, en realidad estás esperando dos.

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